El mundo de la música pop se viste de luto tras la partida de uno de sus héroes anónimos. Roger Palm, el virtuoso baterista detrás de algunos de los mayores éxitos de ABBA, ha fallecido a los 75 años, dejando un legado rítmico que seguirá resonando en los corazones de millones de fans alrededor del mundo.
La triste noticia fue confirmada por la familia de Palm, quienes revelaron que el talentoso músico perdió su batalla contra el Alzheimer el pasado 21 de septiembre. En un conmovedor comunicado, destacaron su calidez humana y su invaluable contribución a la música, dejando claro que su pérdida deja un vacío imposible de llenar en la industria musical sueca y global.

ABBA: El latido que marcó una era…
Roger Palm no era solo un baterista más; era el corazón pulsante detrás de éxitos atemporales como “Mamma Mia”, “Dancing Queen” y “Take A Chance On Me”. Su primera colaboración con ABBA se remonta a 1972, cuando grabó “Rock’n’Roll Band”, marcando el inicio de una relación musical que definiría el sonido de toda una generación.
Aunque no era el baterista oficial de ABBA (ese honor pertenecía a Ola Brunkert), Palm dejó su huella indeleble en numerosas sesiones de grabación. Su precisión rítmica y versatilidad fueron fundamentales para crear ese sonido ABBA que conquistó las listas de éxitos en todo el mundo y que sigue siendo adorado por millones de fanáticos décadas después.
Pero la influencia de Palm se extiende mucho más allá de ABBA. A lo largo de su carrera, colaboró con una impresionante lista de artistas suecos, convirtiéndose en una figura clave en la evolución del pop escandinavo. Su habilidad para adaptarse a diferentes estilos y su enfoque perfeccionista en el estudio lo convirtieron en uno de los músicos de sesión más solicitados de Suecia.
El impacto de Palm en la música sueca queda patente en las palabras de Janne Schaffer, legendario guitarrista y colaborador frecuente de ABBA. En un emotivo tributo en redes sociales, Schaffer describió a Palm como “uno de los mejores bateristas de Suecia”, recordando con cariño sus “gritos de felicidad en el estudio” y su contribución inolvidable a clásicos como “Satellite” de Ted Gärdestad.
La partida de Roger Palm marca el final de una era dorada para la música pop sueca. Su legado, sin embargo, vivirá para siempre en cada beat de “Dancing Queen”, en cada redoble de “Mamma Mia”, y en el corazón de cada fan que alguna vez bailó al ritmo de ABBA.
Mientras el mundo musical llora la pérdida de este gigante silencioso, su familia ha expresado la esperanza de que la lucha de Palm contra el Alzheimer inspire a otros a apoyar la investigación sobre esta devastadora enfermedad. Así, incluso en su despedida, Roger Palm continúa contribuyendo al bienestar de los demás, un testimonio final de la calidez y generosidad que lo caracterizaron a lo largo de su vida.
Descansa en paz, Roger Palm. Tu ritmo seguirá vivo en la música que ayudaste a crear y en los corazones de todos los que tuvieron el privilegio de conocerte o de bailar al son de tus baquetas.
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