Investigadores en Alemania están intentando determinar el riesgo de propagación de COVID-19, en conciertos a los que asisten grandes grupos de personas.

El entretenimiento en vivo es una de las industrias más afectadas drásticamente por las medidas de seguridad ante el COVID-19 en todo el mundo, ya que por la aglomeración de gente y los casos asintomáticos del nuevo coronavirus, fue que se decidió cancelar todo prácticamente.
Sin embargo, científicos de la Universidad de Halle en Alemania, crearon el proyecto RESTART-19, el cual está intentando crear una forma en que los eventos deportivos y de entretenimiento en interiores, puedan reanudarse pero con un riesgo reducido de exposición al COVID-19 para los asistentes.
Como prueba, cerca de 1500 personas acudieron el fin de semana pasado a Leipzig para un ‘mini concierto’ del cantautor Tim Bendzko.
Antes de entrar, los asistentes recibieron pruebas de COVID-19, cubrebocas, gel fluorescente para manos y transmisores de movimiento.
El líder del proyecto RESTART-19, es el profesor Michael Gekle, quien le dijo a la cadena CNN que es necesario que haya datos sobre eventos en vivo para que la vida vuelva a la normalidad.
“No hay riesgo cero si quieres estar vivo”, mencionó.
“Queremos darles a los políticos una herramienta para que decidan racionalmente si permiten tal evento o no. Eso significa que tienen que tener la herramienta para predecir cuántas personas infectadas adicionales producirá tal evento”.
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó recientemente que la pandemia podría controlarse en dos años.