David Gilmour, la voz y guitarra de Pink Floyd, ha revelado un secreto que ha sorprendido a los fans de la banda. En una reciente entrevista, el guitarrista confesó que la creación de “The Endless River”, el último álbum de estudio de Pink Floyd, no fue del todo voluntaria.
Según Gilmour, la decisión de lanzar el álbum se debió en gran medida a la presión de la compañía discográfica. “Supongo que mi error fue que la compañía discográfica me intimidó para que lo sacara como un disco de Pink Floyd debidamente pagado”, admitió el músico.
“The Endless River” fue concebido a partir de material sobrante de las sesiones de grabación de “The Division Bell”, y aunque Gilmour y sus compañeros de banda estaban satisfechos con el resultado, no tenían la intención de lanzarlo como un álbum completo. Sin embargo, la insistencia de la discográfica y el entusiasmo de los fans los llevaron a cambiar de opinión.
David Gilmour confiesa que Pink Floyd fue “intimidada” para publicar “The Endless River”

A pesar de las buenas intenciones, el álbum recibió críticas mixtas por parte de la prensa especializada y los fans. Muchos consideraron que “The Endless River” era más bien un álbum de demos y jams que un trabajo acabado.
Gilmour, sin embargo, no guarda rencor. En la misma entrevista, el guitarrista expresó su satisfacción por la reciente venta del catálogo de Pink Floyd a Sony. “Es hermoso decir adiós a las discusiones, peleas e idioteces que han estado sucediendo durante los últimos 40 años”, afirmó.

Esta revelación de Gilmour arroja una nueva luz sobre uno de los álbumes más controvertidos de Pink Floyd. La presión de la industria musical y las expectativas de los fans pueden influir en las decisiones creativas de los artistas, incluso de figuras tan icónicas como David Gilmour.
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