Black Sabbath, la icónica banda de heavy metal, vivió uno de los momentos más absurdos de su carrera en 1983 cuando, en plena gira, un error de diseño con su monumental escenario inspirado en Stonehenge causó un desastre que aún hoy provoca risas y asombro. Geezer Butler, bajista de la banda, ha compartido los detalles de este fiasco que, aunque comenzó con grandes expectativas, terminó inspirando una escena memorable en la película This Is Spinal Tap.
El ambicioso proyecto de Black Sabbath surgió cuando su mánager, Don Arden, intentó revivir la imagen de la banda con una puesta en escena espectacular. Aprovechando la inclusión de Ian Gillan, exvocalista de Deep Purple, en la formación, decidieron que la temática de Stonehenge sería el centro de sus conciertos. Sin embargo, un error en las dimensiones de las piedras decorativas llevó a que el escenario fuera tres veces más grande de lo planeado, resultando imposible de montar en varios recintos.
El fiasco que inspiró la famosa escena de This Is Spinal Tap y el futuro de Black Sabbath

El error en la construcción del escenario de Black Sabbath no solo afectó la logística de la gira, sino que también se convirtió en una broma recurrente entre los seguidores de la banda. Según Butler, cuando estrenaron el escenario en Noruega, las gigantescas piedras casi tocaban el techo del recinto. La situación empeoró en Canadá cuando un “bebé diabólico” trepaba por las rocas, una idea surrealista que terminó en desastre cuando el actor, vestido de demonio, sufrió una aparatosa caída.
Este episodio fue tan absurdo que muchos creen que sirvió como inspiración directa para la icónica escena de la película This Is Spinal Tap, donde la banda ficticia enfrenta problemas similares con un mini Stonehenge. Aunque Geezer Butler asegura que los creadores de la película negaron basarse en el incidente de Black Sabbath, las similitudes son innegables. Para los miembros de la banda, fue un momento tan ridículo que algunos lo consideran un episodio cómico en retrospectiva.

Hoy, el incidente de Stonehenge se recuerda como uno de los momentos más curiosos y divertidos de la historia de Black Sabbath. A pesar de los contratiempos, la banda logró sobrevivir a esa etapa tumultuosa y consolidarse como leyendas del heavy metal. Geezer Butler, con su característico sentido del humor, sigue compartiendo anécdotas de aquel fiasco, manteniendo viva la leyenda de Sabbath en la memoria de sus fans.