George Harrison no solo dejó una huella imborrable en la historia del rock, sino que también tuvo una fuerte conexión con el mundo del cine. Desde su participación en las películas de The Beatles hasta la composición de bandas sonoras y la fundación de su propia productora, el legado cinematográfico del exguitarrista es tan fascinante como su música.
En 1968, George Harrison compuso la banda sonora de Wonderwall, una película psicodélica protagonizada por Jane Birkin. La música, inspirada en la cultura india que tanto influenció al artista, fue la primera incursión en solitario de un beatle y sentó las bases para futuras colaboraciones en el cine.
George Harrison dejó una huella imborrable en el cine, componiendo bandas sonoras y fundando una productora

A lo largo de los años, Harrison no solo creó música para películas, sino que también participó activamente en su producción. En 1978 fundó HandMade Films, una compañía con la que impulsó proyectos como Life of Brian de Monty Python y Time Bandits de Terry Gilliam. Gracias a su visión, muchas películas que habrían quedado en el olvido lograron ver la luz.
En 1986, Harrison contribuyó con su música a Shanghai Surprise, un filme protagonizado por Sean Penn y Madonna. Varias de las canciones de esta película terminaron en su álbum Cloud Nine, demostrando cómo su amor por el cine y la música iban de la mano.

Otro ejemplo de su involucramiento en la industria cinematográfica fue Water (1985), donde además de producir la película, participó en la banda sonora e incluso hizo una aparición junto a Ringo Starr interpretando a “The Singing Rebels”. Su pasión por el cine lo convirtió en una figura clave detrás de grandes producciones de la época.
El legado de George Harrison en el cine sigue vivo. Sus composiciones han trascendido las películas para convertirse en himnos que conectan con nuevas generaciones. Su talento no solo brilló en los escenarios, sino también en la gran pantalla, dejando una marca imborrable en ambas industrias.