Guns N’ Roses: el álbum que casi destruye a la banda más salvaje del rock
Pocos álbumes han generado tanta expectativa, polémica y confusión como Chinese Democracy, el proyecto más ambicioso —y tormentoso— en la historia de Guns N’ Roses. Catorce años de producción, incontables cambios de músicos, más de 13 millones de dólares gastados y hasta gallineros en los estudios marcaron este proceso creativo que se volvió una verdadera leyenda del rock moderno.
Guns N’ Roses y las excentricidades detrás de Chinese Democracy

Lo que comenzó en 1994 como el regreso triunfal de la banda después de Use Your Illusion y The Spaghetti Incident?, se transformó con los años en una especie de experimento musical lleno de contradicciones. Axl Rose, único miembro original restante, se sumergió en una búsqueda sonora obsesiva, cambiando de productor, de músicos y hasta de ingenieros, hasta dar con lo que consideraba “la energía correcta” para cada tema.
Entre los hechos más llamativos se encuentra la famosa exigencia de Buckethead para tener un gallinero propio dentro del estudio, algo que supuestamente lo ayudaba a tocar mejor. La producción también se vio alterada por la constante influencia del entorno de Rose, incluyendo una médium llamada “Yoda” que decidía, a través de fotos, quién podía o no trabajar con él, basándose en la energía espiritual que percibía.

La discográfica Geffen, desesperada por el derroche, llegó a dejar de financiar el proyecto, obligando a Axl a asumir los costos. Por otro lado, productores como Roy Thomas Baker, Moby y hasta artistas invitados como Brian May y Dave Navarro pasaron fugazmente por un álbum que se reescribía constantemente. En palabras del legendario A&R Tom Zutaut: “Podíamos haberlo terminado en 2002… pero cada vez se regrababan cosas que ya estaban perfectas”.
Finalmente, en 2008, Chinese Democracy fue lanzado oficialmente, pero no sin más drama. La campaña publicitaria más viral fue, curiosamente, de la marca Dr Pepper, que prometió regalar una lata a cada ciudadano estadounidense si el álbum salía ese año. Cuando efectivamente se lanzó, la página colapsó y el equipo de Rose amenazó con demandas. Axl, por su parte, declaró que no tenía nada que ver con la campaña.
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Aunque no logró cifras comparables a Appetite for Destruction, el disco alcanzó la posición 55 en el ranking anual de Billboard, y con el tiempo se convirtió en una pieza de culto. Como dijo la propia Elizabeth “Beta” Lebeis, persona clave en el círculo íntimo de Rose: “Este álbum es la vida de Axl. Todo está invertido ahí. No es solo un disco… es su historia, aún por contarse”.
En resumen:
- Guns N’ Roses tardó 14 años en el disco
- Costó más de 13 millones de dólares
- Axl controlaba todo el proceso
- Buckethead pidió un gallinero
- Dr Pepper prometió latas gratis
- Fue un fracaso comercial y un culto