Jimi Hendrix no solo revolucionó el mundo del rock con su guitarra, sino que también lo hizo con su inusual forma de percibir la música. Según su legendario productor Eddie Kramer, Hendrix no describía los sonidos en términos técnicos como lo haría cualquier otro músico. Para él, cada nota tenía un color. “Necesito más morado”, solía decir cuando buscaba un tono específico. Este enfoque único, llamado sinestesia, transformaba las sesiones de grabación en auténticas obras de arte sonoras.
La sinestesia, una condición neurológica que permite a ciertas personas asociar colores con sonidos, fue una parte esencial de la genialidad de Hendrix. Según Kramer, trabajar con él era como pintar un lienzo sonoro, donde la distorsión se volvía roja y la reverberación se teñía de verde. Músicos como Billy Joel y Lorde también comparten esta condición, pero pocos lograron fusionar la música y los colores de manera tan efectiva como Hendrix. Su capacidad para ver más allá de las notas lo convirtió en una leyenda única en su estilo.
Jimi Hendrix utilizaba un lenguaje único y casi poético para describir sus creaciones musicales

Si bien las sesiones con Hendrix podían ser increíblemente dinámicas, también eran caóticas. Eddie Kramer recuerda cómo el estudio a menudo se llenaba de amigos, músicos y curiosos, creando un ambiente desordenado que podía afectar las grabaciones. “Era como un circo dirigido por un loco”, afirmó Kramer en una entrevista reciente. Sin embargo, en medio del caos, Hendrix sabía cuándo concentrarse. Tras pedirle a Kramer que echara a todos, Hendrix lograba grabar las pistas en una sola toma, demostrando su increíble enfoque y profesionalismo.
Uno de los momentos más icónicos de esta dinámica caótica fue durante la grabación del álbum Electric Ladyland. Con 30 personas hacinadas en el estudio, Hendrix decidió tomar el control de la situación. “Echamos a todos excepto a mí, a él y al operador de cinta. En cuanto hubo silencio, clavó la pista en una sola toma”, relató Kramer. Esta anécdota refleja el genio de Hendrix, capaz de convertir el caos en música magistral.

A pesar de su corta carrera, Jimi Hendrix dejó un legado imborrable en la música. Su capacidad para fusionar sonidos y colores, así como su habilidad para mantenerse enfocado en medio del caos, lo convirtieron en un artista único. A 54 años de su muerte, Hendrix sigue siendo una fuente de inspiración para músicos de todo el mundo, demostrando que el verdadero genio va más allá de las técnicas convencionales.
La influencia de Hendrix en la música moderna es innegable. Desde su innovador uso de la guitarra hasta su capacidad para crear un lenguaje musical propio, su legado sigue vivo. Músicos actuales que también experimentan sinestesia, como Lorde y Patrick Stump, continúan aplicando su visión única, aunque ninguno ha alcanzado el nivel de conexión creativa que Hendrix logró con Kramer. Su música, al igual que los colores que veía, sigue brillando intensamente.