Antes de convertirse en el dios de la guitarra que revolucionó el rock, Jimi Hendrix tuvo que comenzar desde cero. Su primer acercamiento a la música no fue con una Stratocaster, sino con un viejo ukelele con una sola cuerda. Ese fue el primer paso hacia un destino que cambiaría la historia del rock para siempre.
Nacido el 27 de noviembre de 1942 en Seattle, Hendrix descubrió su pasión por la música en su adolescencia. A los 15 años, encontró un ukelele desechado mientras ayudaba a su padre a limpiar una casa. Con solo una cuerda, comenzó a tocar canciones de oído, entre ellas Hound Dog de Elvis Presley. Un año después, con mucho esfuerzo, consiguió su primera guitarra acústica por apenas cinco dólares.
Descubre cómo un simple ukelele y una guitarra acústica de 5 dólares marcaron el inicio del camino de Jimi Hendrix hacia el estrellato
Sin embargo, Hendrix no tardó en darse cuenta de que una guitarra acústica no era suficiente. Su deseo por un sonido más potente lo llevó a ahorrar para comprar su primera guitarra eléctrica: una Danelectro. Fue entonces cuando su estilo inigualable empezó a tomar forma.
A los 17 años, Jimi Hendrix intentó unirse a una banda local, pero su estilo era demasiado extravagante para ellos. Su audición terminó rápidamente cuando los integrantes lo consideraron “demasiado presumido”. En lugar de desanimarse, decidió formar su propio grupo, The Velvetones, aunque su guitarra acústica lo limitaba considerablemente.
El cambio llegó cuando su padre le compró su primera guitarra eléctrica. Con ella, Hendrix comenzó a destacar en la escena musical de Seattle, absorbiendo influencias de blues y rock. Su dedicación era tal que pasó noches enteras perfeccionando su técnica, forjando el estilo que luego lo haría famoso en todo el mundo.
En 1965, Hendrix se mudó a Nueva York, tocando en distintos clubes y buscando una oportunidad. En una carta a su padre escribió: “Mientras tenga mi guitarra y mi amplificador, ningún obstáculo podrá impedirme vivir”. Sus palabras reflejan la lucha de un artista que jamás se rindió.
Hoy, su influencia sigue viva. Su manera innovadora de tocar la guitarra marcó un antes y un después en la música, y cada nueva generación redescubre su genio. Desde su primer ukelele hasta su inolvidable Stratocaster, la historia de Jimi Hendrix es la de un hombre que encontró su voz en seis cuerdas.
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