Aunque se le conoce por su voz impecable y su talento innato, Paul McCartney enfrentó uno de sus mayores retos vocales con una canción que él mismo escribió: Oh! Darling, incluida en el legendario Abbey Road. Lejos de ser una grabación sencilla, McCartney reveló que tardó días en alcanzar el tono emocional que buscaba, probando distintas técnicas para lograr una voz más desgarradora y cruda.

“Quería que sonara como si la hubiera estado interpretando en el escenario toda la semana”, confesó el exBeatle sobre su obsesión por capturar la desesperación que la letra demandaba. No se trataba solo de técnica, sino de transmitir un sentimiento real. Cada mañana, durante las sesiones de grabación de 1969, Paul llegaba al estudio para intentar una sola toma vocal… y se iba insatisfecho.

Paul McCartney reveló el arduo proceso para encontrar la voz perfecta que transmitiera la desesperación de uno de los himnos de “Abbey Road”

Paul McCartney reveló el arduo proceso para encontrar la voz perfecta que transmitiera la desesperación de uno de los himnos de "Abbey Road"

Lo inusual del proceso llamó la atención incluso del equipo técnico. Alan Parsons, ingeniero de sonido en ese momento, compartió que McCartney “solo la intentaba una vez al día” porque buscaba una crudeza vocal que, según él, desaparecía después del primer intento. Esta meticulosidad, poco habitual incluso en su método perfeccionista, demuestra el respeto profundo que tenía por la canción.

En una entrevista recuperada por el libro Many Years From Now, Paul explicó que experimentó con micrófonos de mano, de pie, a diferentes horas del día, y solo cuando sintió que la emoción superaba a la técnica, dio por válida la toma final. “Finalmente conseguí la voz con la que estaba satisfecho. Es un poco potente. Era inusual para mí”, dijo.

Paul McCartney reveló el arduo proceso para encontrar la voz perfecta que transmitiera la desesperación de uno de los himnos de "Abbey Road"

Aunque muchos fans asocian Oh! Darling con un estilo más blues y cercano al de John Lennon, fue McCartney quien se aferró a interpretarla. Lennon incluso llegó a decir que él habría hecho un mejor trabajo con la canción, pero no dejó de reconocer la fuerza emocional que Paul imprimió en ella.

Abbey Road es considerado uno de los discos más brillantes de la historia, pero pocas veces se destaca el enorme esfuerzo vocal que algunas canciones implicaron. El caso de Oh! Darling no solo muestra la búsqueda incansable de Paul McCartney por la autenticidad, sino también una sensibilidad artística que pocos podrían igualar.

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