Cuando se habla del legado de The Beatles, muchos piensan en clásicos como Hey Jude o Let It Be. Sin embargo, una canción en particular llevó a la banda a ganarse un curioso apodo en Europa: los Yeah Yeahs. Se trata de I’ll Get You, el lado B del icónico sencillo She Loves You, que repite tantas veces la palabra “yeah” en su letra que se convirtió en un distintivo del grupo.
Lanzada en 1963, I’ll Get You no fue un éxito en listas como otros temas de la banda, pero su estilo vocal y lírica captaron la atención de los fans y la prensa europea. Con una estructura simple y armonías pegajosas, la canción ayudó a cimentar la imagen juvenil y enérgica de la banda.
La canción que llenó de “yeahs” a Europa y le dio un apodo inesperado a The Beatles

Paul McCartney comentó en una entrevista: “Me gustó la forma en la que cantábamos: ‘Oh yeah, oh yeah’, era muy distintivo, muy Beatle”. Por su parte, John Lennon explicó en 1967 que la pronunciación de la palabra “yeah” era algo propio del acento de Liverpool, lo que reforzó su uso en las canciones del cuarteto.
El uso constante de la palabra “yeah” en sus composiciones se convirtió en una marca de The Beatles, diferenciándolos de otras bandas de la época. She Loves You, en particular, se destacó como un himno de la Beatlemanía, llevando a miles de fanáticos a corear su pegajoso “Yeah, yeah, yeah” en cada concierto.

Décadas después, este apodo sigue siendo recordado por los seguidores del grupo, demostrando cómo un simple recurso lírico puede convertirse en un sello inconfundible de la identidad musical de una banda. Sin duda, los “Yeah Yeahs” dejaron una huella imborrable en la historia del rock.
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