Janis Joplin y Jim Morrison fueron dos figuras emblemáticas del rock de los años 60, cuyo impacto en la música sigue vigente hasta hoy. Sin embargo, lejos de compartir una amistad, su relación estuvo marcada por tensos encuentros que dejaron una huella amarga en Joplin. Esta animosidad surgió tras varias interacciones que sacaron a relucir el comportamiento poco respetuoso de Morrison, especialmente cuando estaba bajo los efectos del alcohol.
El primer encuentro memorable entre ambos sucedió en una fiesta organizada por el productor Paul Rothschild a finales de los años 60. Según los testigos, lo que empezó como una conversación cordial rápidamente se tornó incómodo debido a la actitud de Morrison, quien, tras consumir alcohol, se mostró grosero e inapropiado. El comportamiento del líder de The Doors llevó a Joplin a abandonar la fiesta, pero no sin antes enfrentarse a un acto inesperado: Morrison intentó retenerla de forma agresiva, lo que provocó que ella le arrojara un vaso en defensa propia.
Los íconos del rock Janis Joplin y Jim Morrison, tuvieron un enfrentamiento que fue mucho más allá de una simple discusión

Tiempo después, sus caminos se cruzaron nuevamente en The Scene, un famoso club de Nueva York donde Jimi Hendrix improvisaba en una jam session. En medio del ambiente bohemio, Morrison llegó y desató la tensión. Sin motivo aparente, tiró del cabello de Joplin hacia el suelo, un acto que ella respondió con la misma firmeza que la caracterizaba: arrojándole una botella en plena sala. Este episodio cimentó el desprecio de Janis hacia Jim, quien, según allegados, siempre lo calificaba de “imbécil”.
Las actitudes de Morrison no solo incomodaron a Joplin, sino que también impactaron a quienes los rodeaban. Mientras Janis era conocida por su fuerte carácter y autenticidad, Morrison parecía perder los estribos en contextos sociales, especialmente bajo la influencia del alcohol. Esto creó una barrera insalvable entre ambos artistas, quienes nunca lograron superar estas tensiones.

La relación entre Joplin y Morrison es un ejemplo de cómo incluso las leyendas del rock enfrentaron conflictos personales. A pesar de estos roces, ambos dejaron un legado musical incomparable, pero sus encuentros siguen siendo un recordatorio de los desafíos de convivir en la misma escena artística.