El legado de los Bee Gees enfrenta una dolorosa pérdida tras el fallecimiento de dos bateristas clave en su historia. Dennis Bryon, quien marcó el ritmo en la era disco del grupo, murió el pasado 14 de noviembre a los 76 años. Apenas cuatro días después, Colin Petersen, miembro original de la banda, falleció a los 78 años tras una caída.
El último golpe a la historia del icónico grupo deja a Barry Gibb, de 78 años, como el único miembro sobreviviente de los Bee Gees. Sus hermanos Robin y Maurice fallecieron en 2012 y 2003, respectivamente, consolidando un historial de pérdidas que ha afectado profundamente a la banda y sus fans.
El mundo de la música está de luto tras el fallecimiento de Colin Petersen y Dennis Bryon, figuras esenciales en la historia de los Bee Gees.
Dennis Bryon se unió a los Bee Gees en los años 70, durante su ascenso al estrellato disco con éxitos como Stayin’ Alive y Night Fever. Por su parte, Colin Petersen fue parte de la etapa inicial del grupo, tocando en clásicos como Massachusetts y To Love Somebody. Ambos dejaron huella en distintas eras del sonido característico de los Bee Gees.
La relación entre los integrantes del grupo y sus colaboradores estuvo llena de momentos memorables. En una ocasión, Bryon recordó cómo Maurice Gibb lo defendió con humor cuando Robin cuestionó su estilo: “¿Sabes qué? Ahora que lo pienso, cantas como una niña”. Este tipo de camaradería reflejaba el ambiente familiar y relajado en los años más productivos de la banda.
Tras dejar los Bee Gees, tanto Bryon como Petersen continuaron honrando la música del grupo al liderar bandas tributo. Este esfuerzo mantuvo viva la conexión entre las generaciones más jóvenes y el legado de los Bee Gees, reforzando su impacto cultural.
Con el fallecimiento de Bryon y Petersen, los fans se aferran más que nunca al legado de una de las bandas más influyentes de la historia. A través de sus baladas atemporales y su reinvención en la era disco, los Bee Gees continúan marcando generaciones, incluso en medio de las pérdidas.