La icónica banda Pink Floyd es conocida por su meticuloso trabajo vocal y sonoro, pero hay una canción en su discografía en la que ninguno de sus miembros canta. Se trata de The Great Gig in the Sky, una de las piezas más emotivas de The Dark Side of the Moon, en la que la voz principal fue interpretada por una artista externa al grupo.

La canción nació como una composición instrumental del tecladista Richard Wright. Buscando darle una dimensión más expresiva, la banda decidió incluir la voz de Clare Torry, una cantante británica que en aquel momento trabajaba como corista de sesión. Su tarea no era interpretar una letra, sino transmitir emoción pura a través de su voz.

El “lado oscuro” vocal de Pink Floyd que nunca imaginaste

Torry grabó tres tomas en una sola noche, improvisando cada una de ellas. Su interpretación fue tan impactante que Pink Floyd decidió utilizar su segunda toma casi en su totalidad para la versión final del álbum.

A pesar de la potencia y la emotividad de su interpretación, Clare Torry solo recibió 30 libras esterlinas por su participación en The Great Gig in the Sky. No fue hasta años después que demandó a la banda por derechos de interpretación, logrando un acuerdo financiero en 2005 que reconoció su contribución a la canción.

A día de hoy, The Great Gig in the Sky es considerada una de las piezas más emotivas de Pink Floyd y un ejemplo de cómo la voz humana puede ser usada como un instrumento más dentro de la música.

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