Hubo un momento en que Jon Bon Jovi estaba listo para convertirse en una persona que viviera permanente en Buffalo, pero una experiencia negativa, impulsada por Donald Trump, llevó al rockero a jurar que nunca volvería a poner un pie en la ciudad.
Era 2014 cuando los Buffalo Bills de la NFL estaban a la venta y Bon Jovi, un ferviente aficionado al fútbol, era parte de un grupo que pujaba por la compra del equipo. Trump también estaba considerando la franquicia, pero sabía que no podría igualar el poder financiero del rockero y sus socios con sede en Toronto.
Según informó GQ, Trump, contó con la ayuda del estratega republicano, Michael Caputo, para crear una campaña de base contra Bon Jovi. Su principal reclamo, que el rockero planeaba trasladar al equipo de Buffalo a Canadá.
“Puedo decirte, te lo juro sobre una pila de Biblias, porque tuve que tener esta dura conversación con los dos socios: ‘No vamos a conseguir esto a menos que lo dejemos aquí'”, recordó Bon Jovi en un Entrevista de 2020 , insistiendo en que el plan era mantener siempre a los Bills en Buffalo.
“Estaba llamando al concejal de la ciudad y le decía: ‘¡Me mudaré a Buffalo, Nueva York!'”
El plan de Trump funcionó, hasta cierto punto. Los fanáticos del equipo se volvieron contra el rockero, con un grupo llamado “12th Man Thunder” surgiendo para organizar eventos anti-Bon Jovi. Al final, el músico y sus socios no conseguirían los Bills, pero tampoco Trump. Terry Pegula, un empresario local y propietario del equipo de la NHL Buffalo Sabres, compró la franquicia por 1.400 millones de dólares.
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Bon Jovi todavía llama a la experiencia “una de las mayores decepciones” de su vida.“Nunca volveré a la ciudad de Buffalo”, afirmó la cantante.
“Nunca verás mi cara en Buffalo. Lo borré del map”.