La leyenda de las relaciones públicas musicales, Alan Edwards, le contó a NME cómo David Bowie solía disfrazarse en público durante el apogeo de su éxito comercial
Edwards, quien fundó la célebre película de relaciones públicas: The Outside Organisation, trabajó junto a Bowie, así como con artistas como The Rolling Stones, Prince y Britney Spears.
Ahora ha publicado sus memorias, I Was There: Dispatches from a Life in Rock and Roll, y en una conversación con NME al respecto, ha revelado cómo Bowie manejó su fama a principios de los años 80.
“Me reuní con él justo después de haber hecho [la epopeya bélica de Nagisa Ōshima de 1983 con Ryuichi Sakamoto] Feliz Navidad, señor Lawrence, así que lo trataban como a una estrella de cine, pero además su sello lo acababa de dejar porque ‘Low’ ¡Y ‘Heroes’ no se consideraba tan bueno comercialmente como cosas como Bay City Rollers!”. Explicó Edwards.
“Fue cuando salí de gira con él que comencé a darme cuenta de lo realista y encantador que era. Se presentaba en nuestra oficina en Tottenham Court Road y preparaba café para todos”.
“Me dijo que su secreto para no ser reconocido era usar una gorra de tela y tener un periódico griego bajo el brazo. De esa manera, si alguien alguna vez preguntara si era él, miraría más de cerca y pensaría: ‘Bueno, no puede ser… obviamente es griego’”.
“Lo mismo ocurrió con las entrevistas”, continuó. “Tomamos el tren la mayor parte del tiempo, sin primera clase ni nada parecido, y te sorprendías de cuánta gente lo miraba dos veces y luego pensaba: ‘No puede ser él, es sólo un tipo sentado’. con nosotros yendo a Manchester”.
“Un ejemplo de eso en el libro es cómo hubo un momento después de una entrevista de radio que no tenía nada mejor que hacer, así que decidió presentar los informes de tráfico de la emisora. Se sentó allí diciéndole a la gente que había retrasos en la M25… e incluso hasta el día de hoy no creo que nadie supiera que era David Bowie. Era un genio creativo extraordinario, pero también un caballero puro, encantador y agradable”.