Existen canciones que nacen en la intimidad de un estudio, y otras que surgen en el calor de un concierto en vivo. “Everybody Wants Some!”, uno de los himnos más potentes de Van Halen, pertenece a la segunda categoría. Esta icónica pieza del álbum Women and Children First (1980) comenzó como un rap improvisado en el escenario por David Lee Roth, pero gracias a la visión del productor Ted Templeman, se convirtió en una de las canciones más queridas de la banda.
La historia de esta canción se remonta al final de la gira de Van Halen II en 1979. Durante un concierto en Phoenix, Roth empezó a improvisar entre canciones, dirigiéndose al público con su característico carisma. “¡Todos quieren un poco, y yo también! ¿Y ustedes?”, exclamó ante la multitud, provocando una reacción eufórica. Templeman, observando desde un costado del escenario, supo que acababa de presenciar el nacimiento de un nuevo clásico.
La historia detrás de uno de los himnos más icónicos de Van Halen, desde una improvisación de David Lee Roth

Después del concierto, Templeman se acercó a Roth y le pidió que anotara la frase en su libreta de ideas. Meses más tarde, en diciembre de 1979, mientras la banda trabajaba en Women and Children First, Roth no tenía aún una dirección clara para la letra de la canción. Fue entonces cuando Templeman le recordó aquella noche en Phoenix. En menos de diez minutos, Roth esbozó una versión casi final del tema, demostrando su talento para convertir momentos espontáneos en letras inolvidables.
La canción comenzó con una introducción melódica de Eddie Van Halen, pero Templeman sugirió cambiarla por un inicio más impactante, inspirado en la batería de Stranded in the Jungle de The Cadets. Alex Van Halen incorporó su propio estilo a la sección rítmica, aportando una energía salvaje que le dio a la canción su identidad única. Mientras tanto, Roth aprovechó la atmósfera del estudio para grabar múltiples tomas con frases improvisadas, algunas de las cuales eran demasiado audaces para la versión final.

El proceso de grabación de “Everybody Wants Some!” reflejó la química de la banda. Templeman insistió en que Roth cantara mientras los músicos grababan, creando un ambiente de autenticidad y emoción en el estudio. Michael Anthony, con sus inconfundibles coros, completó la mezcla de sonidos que hicieron de esta canción un himno del hard rock.
Décadas después, “Everybody Wants Some!” sigue siendo un favorito en los conciertos y un testimonio del talento de Van Halen. Su origen espontáneo y su producción enérgica capturan la esencia de la banda: diversión, innovación y un sonido inconfundible. Desde su creación en el escenario hasta su inmortalización en el estudio, esta canción sigue recordándonos por qué Van Halen es una de las bandas más legendarias de la historia del rock.
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