Al asesino de John Lennon, se le negó recientemente su libertad por duodécima vez desde que se convirtió en elegible para poder salir primera vez en el 2000. 20 años después de que mató al ex Beatle afuera de su apartamento en el Upper West Side. Las transcripciones reveladas recientemente de la última audiencia de libertad condicional, donde admitió que había “maldad en mi corazón”, muestran que realmente no ha presentado un caso convincente de por qué debería ser libre.
“No voy a culpar a nadie más por traerme allí”, dijo Chapman a la junta durante una audiencia en agosto.
“Sabía lo que estaba haciendo, y sabía que era malo, sabía que estaba mal, pero quería tanto la fama que estaba dispuesto a darlo todo y quitarme una vida humana”.
Al negar su libertad condicional, la junta citó el “desprecio egoísta por la vida humana de importancia global” de Chapman, que tuvo ramificaciones duraderas que han dejado “al mundo recuperándose del vacío que usted creó”. Desde su perspectiva, matar a Lennon fue “mi gran respuesta a todo… Ya no iba a ser nadie más”.
Chapman de 67 años agregó:
“Lastimé a mucha gente en todas partes, y si alguien quiere odiarme, está bien, lo entiendo”.
Las audiencias anteriores de Chapman han arrojado expresiones similares de remordimiento, donde se ha referido a sus acciones como “despreciables” y una gran fuente de vergüenza personal.
“Lo asesiné… porque era muy, muy, muy famoso, y esa es la única razón, y yo estaba muy, muy, muy, muy emocionado buscando la gloria personal”, dijo a la junta en 2020.
Chapman actualmente cumple una sentencia de 20 años a cadena perpetua en el Centro Correccional de Green Haven en el Valle de Hudson en Nueva York. Se entrevista con la Junta de Libertad Condicional cada dos años en busca de la liberación. Próximamente aparecerá frente a la junta en febrero de 2024.