En el año 2001, Robbie Williams y Nicole Kidman sorprendieron al mundo al unirse para interpretar “Something Stupid”, una versión del clásico de Frank y Nancy Sinatra. Este sencillo, incluido en el álbum Swing When You’re Winning de Robbie Williams, se convirtió rápidamente en un éxito internacional y una de las canciones más recordadas de aquella década.
La canción debutó en el número uno de las listas británicas, vendiendo más de 98,000 copias en su primera semana y acumulando un total de 366,000 unidades vendidas en el Reino Unido. Con este logro, Something Stupid se consolidó como el éxito navideño de ese año, permaneciendo en la cima durante tres semanas consecutivas y ganándose la certificación de plata por la British Phonographic Industry (BPI).
El impacto duradero de “Something Stupid” de Robbie Williams y Nicole Kidman con su legado en la música popular
El dueto entre Robbie Williams y Nicole Kidman no solo fue un homenaje al swing clásico, sino que también representó una sorpresa en la carrera de la actriz australiana, quien mostró una faceta musical poco explorada hasta ese momento. La química entre ambos artistas fue un factor clave para que la canción conectara con el público, revitalizando un tema que marcó a generaciones anteriores.
Además de su éxito en el Reino Unido, Something Stupid tuvo un impacto global, alcanzando el número uno en Nueva Zelanda y logrando certificaciones de oro en distintos países. En Australia, se posicionó en el top 10, convirtiéndose en el cuarto sencillo de Williams en alcanzar esta hazaña.
La versión original de Something Stupid fue lanzada en 1967 por Frank Sinatra y su hija Nancy Sinatra, alcanzando el número uno en el Billboard Hot 100 y convirtiéndose en el primer dueto entre padre e hija en lograr esa posición en Estados Unidos. El tema también dominó las listas del Reino Unido en su época, consolidándose como un clásico atemporal.
Al reinterpretarlo, Robbie Williams y Nicole Kidman lograron conservar la esencia romántica del original, pero aportaron un toque moderno que lo hizo relevante para el público del nuevo milenio. Este éxito reafirmó a Williams como uno de los artistas más versátiles del pop contemporáneo y permitió a Kidman brillar en un terreno inesperado.