El guitarrista de INXS, Tim Farriss, deberá esperar hasta fin de año para conocer la sentencia en el caso legal sobre su dedo amputado a causa de un accidente en un barco.
Tim Farriss estuvo involucrado en un accidente marítimo en el 2015, sufriendo lo que describió como una “lesión que puso fin a su carrera” cuando el equipo de amarre falló en un puerto deportivo en Sydney, Australia. El caso, que concluyó ayer, está a cargo del juez Richard Cavanagh de la Corte Suprema de Nueva Gales del Sur.
Si Farriss gana, podría ganar más de $1.2 millones de dólares.
El abogado de Farriss, Adrian Williams, dijo que el músico había sido puesto en una “posición terrible” cuando la falta de espacio para amarrar en el concurrido puerto deportivo no le dejaba más remedio que confiar en el equipo de anclaje que, según Williams, estaba “obviamente desalineado”. Como resultado, la mano de Farriss quedó atrapada bajo una cadena.
“Lo que ha perdido es más que un dedo”, dijo el abogado en declaración al diario The Guardian.
“Ha perdido la capacidad para su vocación de guitarrista… Como era de esperar, eso tuvo el efecto de deprimirlo… Todo a expensas de una pequeña cantidad de tuberías y una pequeña cantidad de maquinaria”.
El representante de la defensa John Turnball aceptó que el sistema de anclaje, que no tenía protector de cadena, era peligroso, pero señaló que un cuidado razonable habría evitado cualquier lesión.
“Lo he comparado con una tostadora: tu tostada queda atrapada en la tostadora”, dijo.
“No se puede simplemente clavar un cuchillo allí; tienes que apagarlo”.
Un elemento clave en el argumento fue la afirmación de Farriss de que INXS probablemente habría realizado seis giras desde el accidente, un reclamo que afectaría cualquier cifra por daños.
Se espera que pronuncie su sentencia en noviembre o diciembre.