En medio de los muchos capítulos intensos y polémicos en la historia de The Rolling Stones, hay uno que sigue generando preguntas e incluso arrepentimientos dentro del mismo grupo. Se trata de la inesperada salida de Mick Taylor, guitarrista que, entre 1969 y 1974, aportó uno de los momentos más finos, melódicos y emocionalmente sofisticados al sonido de la banda. Hoy, Keith Richards revive ese episodio con sinceridad: “Nunca entendí por qué se fue”.
Taylor llegó a los Stones tras la muerte de Brian Jones, cuando la banda pasaba por una crisis creativa y personal. Con apenas 20 años, su técnica depurada, su estilo lírico y su capacidad para improvisar ofrecieron un contraste refrescante con la energía cruda y callejera de Richards. Su influencia quedó grabada en álbumes esenciales como Sticky Fingers y Exile on Main St., que para muchos críticos representan la cumbre artística de la agrupación.
Keith Richards reflexiona sobre la inesperada partida de Taylor de The Rolling Stones

La presencia de Mick Taylor fue clave en la transformación de The Rolling Stones en una banda más compleja, emocional y madura, sin perder la irreverencia que los caracterizaba. Canciones como Moonlight Mile, Sway y Can’t You Hear Me Knockin’ mostraron una profundidad musical pocas veces repetida en la trayectoria del grupo. “Su toque, su tono y sus ideas melódicas me deslumbran hasta el día de hoy”, admitió Richards.
Sin embargo, en 1974 Taylor anunció su salida, algo que sorprendió a todos, incluso a sus compañeros. “Siempre fue un poco inquieto, un poco incómodo en su propia piel”, reflexionó Keith. “Si tenía que irse, siempre esperé que fuera para cosas más grandes y mejores de lo que terminó haciendo. Me pareció un movimiento impulsivo”. Tras su partida, Ronnie Wood tomó su lugar y la historia siguió, pero algo cambió para siempre.

Desde entonces, Taylor ha mantenido un perfil bajo, con apariciones ocasionales y trabajos menos visibles. A pesar de haber colaborado con figuras como Bob Dylan o John Mayall, nunca volvió a estar en el centro de la escena como cuando formaba parte de los Stones. Para muchos, su talento merecía más protagonismo. Para otros, ese halo de misterio es parte de su leyenda.
Aunque su salida sigue siendo objeto de debate, el reconocimiento de Keith Richards deja claro que Mick Taylor fue mucho más que un reemplazo temporal. Fue una chispa creativa que elevó a los Stones a alturas insospechadas. Y aunque su paso fue breve, su impacto permanece indeleble en la historia del rock.
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