Rod Stewart y el desafío de cantar clásicos

Rod Stewart sorprendió al mundo musical al afirmar que adentrarse en ciertos géneros es asumir un reto monumental. En reciente entrevista, el veterano artista reconoció que interpretar estándares del jazz o del Great American Songbook implica medirse con figuras legendarias como Billie Holiday, Ella Fitzgerald o Louis Armstrong. Para él, no basta con voz: es cuestión de respeto y técnica.

Rod Stewart: no solo rock, también intérprete de canciones eternas

Aunque muchos lo conocen por su estilo en rock y pop, Stewart reveló que su incursión en estos repertorios fue un acto íntimo. En 2002 publicó It Had to Be You… The Great American Songbook, un álbum donde dejó atrás su zona de confort para abordar melodías que marcaron generaciones. Él mismo expresó que no quería improvisar: “estas canciones no son fáciles de cantar. Las han interpretado algunos de los mejores cantantes de la historia”.

Para Stewart, el jazz y los estándares no son una “sopa suave” sino una prueba de fuego. Interpretar temas como “They Can’t Take That Away From Me”, “That’s All” o “These Foolish Things” significa entrar al terreno de artistas que fijaron estándares vocales irrepetibles. No se trata de versionar: se trata de igualar la emoción y la técnica.

Su voz, con ese tono arenoso que lo distingue en el rock, no le impidió adaptarse al swing y al crooner clásico. Más aún: continuó lanzando varios discos dentro de esa línea musical, con la complicidad de los arreglos orquestales y la sensibilidad necesaria para no verse como gesto comercial. Al hacerlo, Rod Stewart demostró que no teme al salto hacia lo difícil: preferiría caer intentando que permanecer estático.

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Hoy, cuando muchos artistas buscan reinventarse mediante sonidos nuevos, Stewart optó por mirar atrás y reinterpretar el legado con valentía. Sus declaraciones rescatan la idea de que rendir homenaje es también asumir un desafío. No basta con reconocer los clásicos: hay que tener el valor artístico de intentar replicarlos.

En resumen:

• Stewart llama “difíciles” ciertos estándares
• Comparó su reto con Holiday y Fitzgerald
• Lanzó The Great American Songbook en 2002
• Versionó clásicos como They Can’t Take That Away
• No abandona el riesgo: construyó su serie jazzística
• Su salto reafirma su ambición artística