Pocas bandas han dejado una huella tan profunda en la música como The Beatles, pero incluso en su catálogo de éxitos hay canciones que no fueron del agrado de todos sus miembros. “I Feel Fine”, lanzada en 1964, es un caso especial, ya que John Lennon la consideraba “malísima”, a pesar de su impacto en la historia del rock.

Este tema se convirtió en uno de los singles más icónicos de la banda, logrando destacar por varias razones. Su característico riff de guitarra, su innovador uso del feed-back y su relevancia en los conciertos de los Fab Four la hacen una canción especial dentro del repertorio de The Beatles.

La icónica canción de The Beatles esconde más de lo que parece. Curiosidades y revelaciones sobre una de las canciones más populares de la banda

Uno de los elementos más destacados de “I Feel Fine” es su riff de apertura, inspirado en “Watch Your Step” de Bobby Parker. George Harrison reveló en Anthology que el sonido de doble pista nació de la simple idea de replicar el estilo blues, pero terminó definiendo el sonido de la canción.

Además, “I Feel Fine” fue pionera en la utilización de realimentación (feedback) en un tema de rock, un efecto que luego se convertiría en un estándar en la música. Este detalle demostró la capacidad de la banda para experimentar y romper esquemas dentro del género.

La canción se convirtió en una parte esencial de los setlists de The Beatles, siendo interpretada en sus giras hasta su último show en vivo el 29 de agosto de 1966 en Candlestick Park, San Francisco. A pesar del desdén de Lennon, “I Feel Fine” quedó inmortalizada en la historia del rock gracias a su ejecución en vivo y su innovador sonido.

El legado de The Beatles sigue vivo, y “I Feel Fine” es un claro ejemplo de cómo incluso las canciones menos queridas por sus creadores pueden convertirse en parte fundamental de la historia musical.

No te pierdas: La banda olvidada que fue producida por John Lennon y Paul McCartney